Barthes define Fotografía como una nueva forma de alucinación, falsa a nivel de la percepción, pero verdadera a nivel del tiempo. (Pág.194) Y en cuanto a la imagen fotográfica, considera que la fotografía sólo adquiere su valor pleno con la desaparición irreversible del referente, con la muerte del sujeto fotografiado, con el paso del tiempo...(Pág.23). También dice que la mirada fotográfica es paradójica: (...) Tenía la certeza de que me miraba, sin que estuviese seguro de que me viese: distorsión inconcebible: ¿cómo mirar sin ver? La fotografía separa la atención de la percepción; sólo muestra la primera, aunque es imposible sin la segunda. (Pág.188) (...) Él no mira nada: retiene hacia adentro su amor y su miedo: la Mirada es esto; es un efecto de verdad y de locura. (Pág.191)
La Cámara lúcida, Roland Barthes
Citlali Cruz
Y es que "vemos" con la subjetividad construida, heredada desde tiempos remotos y otros más cercanos ¿porqué seguimos con imágenes cuando cerramos los ojos? El parámetro entonces no estaría en el binomio verdadero/falso, ver/no ver, sino en el registro de los dispositivos que nos hacen ver lo que vemos. Observar al observador. La mirada reconoce su propia muerte frente a la foto, como el cementerio de tu foto.
ResponderEliminarGraciela
¨él ha muerto y él va a morir¨ dice Roland Barthes..
ResponderEliminarEsta semana me he encontrado de frente con una serie de reflexiones que conducen a esa delgada línea que nos separa de la vida, Bil Viola con los seres que regresan a vernos, Barthes con su ésto ha sido, Margolles con su bañando al bebé.
Apenas es miércoles..que más me falta...